Testimonios

"Conocí a Jane a través de un amigo común y compré una entrada para ir a un círculo de baile, sin tener ni idea de lo que eso significaba, pero estaba muy intrigada. Las circunstancias no me permitieron ir a ese evento, pero no me olvidé de Jane ni de sus manos danzantes. Me dieron otra oportunidad de unirme a un círculo y, aunque no sabía qué esperar, me presenté. Me quedé alucinada. Era un círculo íntimo y me sentí inmediatamente atraída por los demás participantes: habíamos unido fuerzas para experimentar algo increíble y se creó un vínculo instantáneo.

Jane apareció e inmediatamente me sentí atraída por ella. Era tan acogedora y el grupo se sentía tan seguro. Me acomodé rápidamente en mi esterilla de yoga y esperé a que empezara el baile.

No tenía ni idea de qué esperar. Jane empezó a bailar, con movimientos y gestos de las manos y un idioma del que nunca había oído hablar. Y fue increíble. Cuando me miró, pude sentir la Fuente fluyendo a través de ella, y pude sentir lo que era el amor incondicional. Sus ojos, su cara, sus manos y sus movimientos sólo transmitían amor y aceptación, y fue muy fácil relajarse y asimilarlo todo.

Su movimiento y sus palabras me llenaron de energía, pero lo más importante es que nos dio un espacio para simplemente SER. Qué regalo.

Un par de meses después, Jane me propuso un viaje a Escocia, y mi corazón y mi alma me gritaron "tienes que ir". Le hice caso, y un mes más tarde aterricé en Edimburgo para reunirme con nuestra alegre tripulación de Scotland Sojourn. Fue la aventura de mi vida.