Saludos,
Ahora mismo estoy en medio de un milagro unificador.
Mientras escribo, estoy sentada con una fila entera para mí sola en un vuelo 1/4 de United de camino al Reino Unido para reunirme con Violet, mi hija menor, a la que no he abrazado desde hace año y medio. Tuve la suerte de que mi hija mayor, Ruby, se quedara conmigo durante la primera mitad de la pandemia y hace poco tuve un dulce reencuentro doble con mi hijo, Kai, pero este bebé, que nació el día de mi cumpleaños hace poco menos de 20 años y medio, lleva dos años en la universidad en el extranjero, y esta distancia durante la pandemia ha sido insoportable para mi corazón. Nos enviamos mensajes de texto y FaceTime a menudo, pero no es lo mismo. He sido una madre muy atareada.
La preparación de este viaje también ha sido una locura, a pesar de que las aerolíneas y TripIt Pro han hecho todo lo posible por mantenernos seguros, informados y al tanto del desafiante y cambiante panorama de la pandemia. Mientras que los Estados Unidos y mi estado de California parecen más seguros, el Reino Unido se ha visto afectado por la tercera oleada de la variante Delta de COVID-19, la más agresiva y peligrosa hasta la fecha y por ello se toman la salud y el bienestar de todas las personas que entran en el país muy, muy en serio como debe ser. Hemos perdido globalmente demasiada gente, demasiado tiempo, demasiados puestos de trabajo, demasiadas oportunidades para unirnos y todavía estoy destrozadoa porque la claridad compasiva no era el camino de todo nuestro mundo para arreglar esto. ¡Adelante con más amor!
La mayoría de ustedes saben que estoy vacunada. También para este viaje me hice dos pruebas COVID para asegurarme de que tenía la correcta porque el tipo y el momento son muy complicados cuando todos los sitios de pruebas dicen que los resultados vuelven entre 24 y 72 horas, y sin embargo uno debe tener un resultado negativo en las 72 horas siguientes a la llegada. De las dos pruebas, una fue la prueba de saliva gratuita a primera hora del lunes y la otra fue un costoso isopado nasal "garantizado en 24 horas" que me hice el lunes por la tarde. El caro todavía no ha llegado. Todos los que vienen al Reino Unido deben recibir un resultado negativo y deben programar al menos dos pruebas más mientras están en el Reino Unido antes de que se les permita subir al avión. Al aterrizar, todos deben permanecer en cuarentena durante diez días y, a continuación, el segundo y el octavo día de cuarentena, someterse a dos pruebas más antes de poder salir, con escasas excepciones. También he programado una "prueba para salir" que compré para hacérmela el día 5 lo cual me permitiría el día 6 salir antes de la cuarentena, pero aún tendría que hacer una prueba más el día 8. La cartilla de vacunación no sirve de mucho aquí ya que se ha corrido la voz de que los falsificadores de cartillas están arruinando la vida de todo el mundo, así que sólo podrás entrar con hacerte la prueba 3 ó 4 veces para asegurarte de que no tienes COVID.
Incluso anoche en California, subir todos los documentos al sitio de entrada segura del Reino Unido fue confuso y llevó casi cuatro horas asegurarse de que todo estaba en su sitio, pero cuando llegué al aeropuerto para chequear las maletas con más de dos horas de antelación, ¡aún no podían verificar que tenía la prueba correcta! Lloré en el counte de la aerolínea durante 15 minutos intentando mostrarles que tenía la documentación correcta por correo electrónico, pero las dos personas que me sacaron de la larguísima cola para asegurarse de que podía coger el vuelo no pudieron ver en mi correo electrónico el examen exacto que hice. Mi voz empezó a temblar por la preocupación de que perdería mi vuelo y finalmente me escuché por dentro para dejar de llorar, respirar, y leer el documento que tenía una vez más... y ahí estaba - nuestro sitio de pruebas tenía la prueba exacta que se necesitaba, pero colocó las especificaciones del tipo de prueba justo donde los señores aparentemente nunca habían verificado antes. Todavía tuvieron que enseñárselo a otra mujer para asegurarse de que no estaban viendo cosas (¡habían mirado muchas, muchas veces!) y finalmente dijeron que sí, y volví a llorar de alivio mientras corría por la escalera mecánica hacia la TSA.
Un hombre muy amable en el counter de check-in había visto mi angustia y me dijo que sabía que tenía que ir primero para coger mi avión y, aunque le dije: "No, no, no...", insistió. Pero entonces, cuando pasé por la máquina de rayos X, ¡saltó la alarma del control de seguridad aleatorio!. Si este señor hubiera ido primero le habrían hecho el escáner aleatorio, ¡porque es cosa de números! Para colmo de males, no había ninguna mujer de servicio para controlarme o escanearme. Desamparada en mis calcetines de cara sonriente, empecé a llorar de nuevo: "¡Por favor, deprisa, necesito ver a mi hija!". Se ofrecieron a buscármela y apenas me entendían mientras gritaba: "Está en el extranjero. Estoy intentando tomar mi avión". Otro querido hombre de seguridad se acercó, me pidió el teléfono, pasó el paño mágico por él y, zas, con una pizca de agradecimiento a esta alma bondadosa, me puse de nuevo en camino corriendo hacia mi puerta de embarque la cual estaba muy, muy lejos.
Todavía preocupada por la confusión de la documentación mientras bajaba por una nueva escalera mecánica hacia la puerta de embarque, llamé a nuestro querido Jason para ver si podíamos recibir los resultados de las pruebas de seguridad en mi correo electrónico y, cuando él se precató, descubrió que su sitio web no funcionaba. Buscando un plan C, oigo por el intercom: "Por favor, compruebe que tiene un sello rojo en su tarjeta de embarque. Todos los pasajeros deberían haber recibido un sello rojo al chequearse. Si no tiene un sello rojo ya es demasiado tarde y no puede subir al avión". Oh, no - ¡el mío era azul! Salté de la cola para embarcar rápidamente, me apresuré a hacer otra cola en la que aparentemente había una barrera lingüística y la pareja de ancianos que iba delante mío estaba sacando todos sus papeles. Dije: "En serio, Dios, ¿me quieres en este avión? Si no me quieres en este avión o si no es seguro para mí entonces te escucharé pero, por favor, ¿puedo tomar mi avión?". Me invadió la calma, la pareja que no hablaba inglés se apartó y, por fin, pude mirar a los ojos a la mujer del mostrador para decirle: "No estoy seguro de por qué no tengo el sello rojo, pero me han hecho apurar en la cola, han comprobado y verificado que tengo toda la documentación correcta y me gustaría mucho embarcar". Sin mediar palabra, me selló la tarjeta de embarque con el famoso sello rojo, me la devolvió, me hizo una foto (sí, es un mundo nuevo amigos) y fui la penúltima persona en embarcar con tres minutos de sobra.
¿Por qué es esto un milagro? A pesar de que me he puesto a dar vueltas y podría no llegar, ¡estoy en este avión a 40.000 pies volando actualmente a 581 mph hacia mi bebé! Durante la mayor parte de toda la gira de Dancing Hands en los últimos casi cinco años en la carretera, he sido bendecida con llegadas en la hora apropiada, vuelos sin complicaciones, grandes asistentes de vuelo, conexiones fáciles a veces sin colas, bendecida y dichosa pero hoy, como puedes ver, todo era diferente. ¿Es un signo de los tiempos que vivimos? ¿Un signo de estrés post-pandémico/todavía pandémico? ¿Debería haberme quedado en casa con Blue, mi cachorro? Mi objetivo es siempre el mejor y más elevado bien, pero espera, ¿tenía yo buenas intenciones? ¿Marqué también las casillas para mi propio bienestar? "Por favor, déjame ver a mi hija" es un enfoque bastante normal para una madre, pero ¿qué tal "Pretendo facilidad y fluidez más allá de mi imaginación mientras me reúno con mi hija menor"? Tal vez, "Co-creo juguetonamente armonía en alegre facilidad y estoy en el tiempo divino con todos con los que interactúo en este viaje". ¡Esto o mejor! Es cierto que soy lamentable y maravillosamente humana, derramo lágrimas, mi corazón se vuelve blando y tierno, y puedo perder el equilibrio como muchos. Hoy, definitivamente no estaba por encima de esta naturaleza humana. Estaba en ello, en ello. Estamos juntos en esta aventura amigos. No piensen ni por un segundo que sólo porque tengo este don fluyendo a través de mí no veo dónde necesito hacer algo de trabajo también. Soy una mujer en evolución a tu lado. Es decir, no exactamente en este momento pero lo estaré pronto. Puede que estés mucho más allá de este lugar pero recordatorios suaves, como todos nos estamos preparando para volver a la vida y abrazar más al mundo. Espero que vayas más fácil en tu camino de lo que yo lo hice. Mejor intentémoslo juntos.
Hablando de... no hay errores, no mucho después de que me sirvieran la cena las ventanas se oscurecieron mágicamente y pude volver a concentrarme y ver dos películas en este vuelo que fueron buenas para mi alma y que tú también podrías disfrutar: "Let Them All Talk", con Meryl Streep, Diane Wiest y Candace Bergen, y la versión de acción real de Mulán. Ambas tenían hermosos temas sobre abrazar la vida, asumir los errores y los dones propios de mujeres fuertes en primer plano luchando contra las historias que les cuenta el mundo exterior frente a la danza con los dones interiores que se despliegan con humilde gracia, verdad y valentía. Sé que debería dormir en este vuelo pero, mi corazón de mamá se está preparando para acurrucarse en cuarentena junto a mi hija antes de que tengamos unos días dentro de dos gloriosas semanas para explorar juntas después de tanto tiempo, así que anuncio oficialmente mis vacaciones. Sí, estaré escribiendo mucho, posteando un poco aquí y allá, y tramando nuestro próximo viaje JDH a través de la Escocia Sagrada y sus alrededores mientras estoy aquí. Al final, retomando el tema, éstas películas fueron un encantador alivio para recordar que no hay que desperdiciar ni un momento más en el drama o negando la verdad sagrada de uno mismo.
Con la intención de ponerlo en práctica con alegría, espero que tú también encuentres tiempo para estirarte y bailar en verano.
Que seas leal, valiente y fiel... a todo lo que es bueno, maduro para el amor y portador de luz para la paz.
PD Actualización horas después de escribir lo anterior y una larga siesta: Sí, ¡lloré mucho, mucho tiempo en los brazos de Violet cuando llegué! No hay fotos, gracias a Dios, pero ésta mamá está tan agradecida de que finalmente se le permita ver y abrazar a mi hija más joven de cerca. Cuídense, sean senzatos, estén sanos y sigan queriendo.